La maternidad puede ser maravillosa y desafiante a la vez, especialmente para las madres primerizas. Cuidar a un recién nacido requiere especial atención a la higiene, ya que el bebé aún no tiene buenas defensas contra las bacterias. Por ello, hemos seleccionado algunos consejos para ayudar a las mujeres a afrontar este reto.
1. Cambia los pañales regularmente y cuida la higiene de tu bebé: El primer consejo esencial para las madres es cuidar la higiene de su hijo cambiándole los pañales regularmente. Revisarlos con frecuencia evitará posibles molestias e irritaciones en la piel.
Asegúrate de tener todo lo necesario antes de empezar a cambiar. Estas son algunas de las herramientas que necesitarás.
- Protector para proteger la superficie donde se cambia el pañal.
- Pañal limpio
- Compresas
- Agua caliente
- Crema
-Bolsa de basura
Nota: si aún no tienes mucha práctica, deja el pañal limpio ya abierto y listo para colocarle a tu hijo.
2. Limpieza cuidadosa de los genitales del bebé con una compresa humedecida: La limpieza de los genitales del bebé requiere un cuidado especial. Use una compresa humedecida con agua tibia para limpiarlos cuidadosamente después de cambiar el pañal.
Utilizar una compresa húmeda con agua tibia es la mejor alternativa ya que no contendrá químicos que puedan irritar la piel de tu bebé.
3. Facilita tu día a día con compresas limpias siempre a mano: Las compresas tienen múltiples usos, como limpiar suavemente la cara de tu bebé, secar a tu recién nacido después del baño y al cambiarle el pañal. Tenerlas a mano te facilitará mantener a tu hijo limpio.
Durante el primer mes de vida, debes limpiar la cara de tu recién nacido después de bañarlo.
- Comience por los ojos, utilizando compresas empapadas en agua.
- Debes empezar desde la zona más limpia hasta la más sucia.
- No utilice la misma compresa para ambos ojos.
- Después de los ojos, utiliza otra compresa limpia para el resto del rostro.
4. Asegúrate de tener un stock de suficientes pañales y compresas: Comprueba periódicamente que tienes suficiente stock para cubrir las necesidades de tu bebé.
Organiza en un lugar específico: Crea un lugar para almacenar, facilitando el seguimiento de las cantidades.
5. Cuidado especial del ombligo: Si tu bebé aún tiene ombligo, es importante tener un cuidado especial. Límpialo con una compresa húmeda y estéril y jabón suave. Asegúrate de doblar el pañuelo debajo del ombligo para evitar irritaciones. Este cuidado ayudará a que el ombligo cicatrice correctamente y a prevenir infecciones.